La alegría vivenciada en este momento, trasciende toda palabra. Es un encuentro tan personal y vivo con Jesús, que escapa a toda descripción, es sólo vida en alegría.Ante esta manifestación, acudo nuevamente a Henri Nouwen, “… Estoy ofreciéndote la vida o la muerte… entonces elige, elige la vida, para que tus descendientes puedan vivir en el amor de Yaveh, tu Dios, obedeciendo si voz, y aferrándose a Él” (cf. Dt 30, 19-20). Y sigue, ¿Cómo elijo la vida? […] Uno de los aspectos de elegir la vida es elegir la alegría. La alegría es vivificante. Un corazón alegre es un corazón en el que algo nuevo está naciendo”.
sábado, 15 de noviembre de 2008
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