Participando en la vida cotidiana.

Hablábamos antes, de todas aquellas experiencias que lo hacen sentir satisfecho. Sobre este punto, Heinz Bach, en el libro “La deficiencia mental”, nos dice: “… es necesario que participe en las alegrías y preocupaciones de los demás; que experimente lo que significa agradecimiento a través de la postura agradecida de los demás hacia él; que experimente el respeto a las personas y a las cosas en la postura respetuosa de los demás. Es en esta experiencia compartida de las cosas, en el desafío que ellas le lanzan, en las interrelaciones, en el encontrarse a gusto y significar algo para los otros, en la confianza en que puede apoyarse en los otros y verse aceptado, lo hace sentir en su propia casa, en un mundo que le dice que él no está vacío ni muerto, ni es indiferente”.
Estas palabras son todo un reto para su familia, para sus educadores y para la comunidad. En un llamado a que todos abramos nuestras puertas a su participación en todos los eventos que vivimos.