Quiero compartir con ustedes, el maravilloso encuentro con Ale.
Si bien Ale es mi sobrino, siento que ambos nos hemos adoptado, y por ello, puedo identificarme con los sentimientos de los padres de niños y niñas con capacidades diferentes cuando estos llegan al seno del hogar.
Todo padre y madre, esperan a su bebé con muchas ilusiones, esperanzas y proyectos de vida. Mas, a la llegada del hijo/ hija, especial, sienten que toda esa espera llena de proyectos, se disipa. Todo parece derrumbarse, acabarse, y las preguntas ¿por qué? ¿Por qué a mí?, se tornan inacabables.
Inician entonces, el largo peregrinar buscando soluciones. Las consultas a especialistas son abundantes como también las respuestas, pero ninguna logra cerrar esa herida, ese dolor. Mas, de pronto, ese dolor de padres tan lleno de Amor, se muta en luz, se devela el ser humano que se esconde tras esas carencias. Se hace patente el hijo/a, que irrumpe en sus vidas para llenarlas de sentido.
Si bien Ale es mi sobrino, siento que ambos nos hemos adoptado, y por ello, puedo identificarme con los sentimientos de los padres de niños y niñas con capacidades diferentes cuando estos llegan al seno del hogar.
Todo padre y madre, esperan a su bebé con muchas ilusiones, esperanzas y proyectos de vida. Mas, a la llegada del hijo/ hija, especial, sienten que toda esa espera llena de proyectos, se disipa. Todo parece derrumbarse, acabarse, y las preguntas ¿por qué? ¿Por qué a mí?, se tornan inacabables.
Inician entonces, el largo peregrinar buscando soluciones. Las consultas a especialistas son abundantes como también las respuestas, pero ninguna logra cerrar esa herida, ese dolor. Mas, de pronto, ese dolor de padres tan lleno de Amor, se muta en luz, se devela el ser humano que se esconde tras esas carencias. Se hace patente el hijo/a, que irrumpe en sus vidas para llenarlas de sentido.
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